La estimación de la capacidad de soporte del ambiente para una población está íntimamente relacionada con la comprensión de la dinámica de las poblaciones y su relación con los efectos dependientes de la densidad.
Sin embargo, antes de abordar el tema, se hace necesario el entendimiento de algunos conceptos esenciales, como: capacidad de soporte del ambiente y dinámica de las poblaciones.
La capacidad de carga del medio ambiente, en lo que como K, está relacionada con la cantidad de recursos disponibles para una población en un sistema natural. Independiente de que el recurso sea o no renovable, el medio ambiente siempre tiene una capacidad máxima de soporte relacionada con el tiempo que tales recursos llevan a regenerarse naturalmente. La capacidad de soporte del ambiente es un factor relevante en la dinámica de una población, ya que ésta es responsable del abastecimiento de las poblaciones en lo que se refiere al alimento, lugares de nidificación, área de forraje, sustrato, entre otros factores ecológicos.
En cuanto a la dinámica de poblaciones, en síntesis, ésta se refiere al hecho de que las poblaciones viven en manchas de hábitat adecuado flotando en el tiempo. Esto significa que las poblaciones habitan ambientes en los que los recursos responsables de su supervivencia y mantenimiento están disponibles, pero hay presiones estacionales que influyen en la abundancia de los individuos.
Una población con elevada densidad está sujeta a los efectos limitantes impuestos por la capacidad del medio ambiente para mantener niveles de consumo de recursos proporcionales a las necesidades de los individuos. Diversos factores ecológicos dependientes de la densidad son responsables de regular el crecimiento de una población, tales como: disponibilidad de alimentos, epidemias, depredación y competencia.
En ecología de poblaciones, dos patrones de crecimiento poblacional son considerados: el crecimiento exponencial y el crecimiento logístico.
Crecimiento exponencial
En este patrón, el ambiente no es limitante al crecimiento de la población. Siguiendo un ejemplo hipotético de una población que habita un ambiente donde los recursos son abundantes, ocurre un crecimiento exponencial continuo, que con el tiempo llevaría a números inconcebibles de individuos.
En la naturaleza se observa que la mayoría de las poblaciones permanecen en niveles relativamente estables de crecimiento. Esto muestra que, en un ambiente natural, las poblaciones reales no siempre siguen el patrón de crecimiento exponencial.
Crecimiento Logístico
Como las poblaciones no crecen infinitamente, el patrón más realista de crecimiento poblacional es el logístico. En este tipo de crecimiento existen factores limitantes que ejercen efectos en la natalidad, mortalidad y migración de las poblaciones, haciendo que después de un crecimiento acelerado inicial ocurra una desaceleración y estabilización del tamaño poblacional en valores próximos a la capacidad de soporte.
Una población presenta un crecimiento logístico al alcanzar densidades elevadas, porque los recursos disponibles no logran suplir las necesidades de todos los individuos, ocurre mayor competencia, y, por lo tanto, las tasas de mortalidad y emigración aumentan, y las tasas de natalidad disminuyen.
Cuando una población alcanza una elevada densidad y los recursos declinan a niveles que ya no sustentan la demanda energética de los individuos, ocurre la competición. Cuanto más densamente poblado, más fuerte es la competencia entre los individuos. La competencia puede ocurrir por espacio o alimento, actuando de forma estabilizadora, reduciendo el tamaño poblacional. La competencia puede ser intraespecífica o interespecífica, y en ambos casos la tuya como un factor limitante al crecimiento de una población, ya que influye en los procesos biológicos de los individuos, alterando sus respuestas conductuales y fisiológicas.
La predación es otro factor limitante que impide a las poblaciones crecer infinitamente. El modo en que se da la interacción predador-presa está directamente relacionado con las fluctuaciones de densidad de ambas poblaciones. Los predadores consumen las presas y reducen su número, actuando de forma a limitar su crecimiento poblacional. En este tipo de interacción ocurren los ciclos poblacionales en los cuales hay oscilaciones sincronizadas en el tamaño de las poblaciones de presas y predadores. En otras palabras, esto significa que cuando las presas se vuelven abundantes, la fecundidad de los predadores aumenta, y cuando el tamaño de la población de presas es reducido, consecuentemente, decae el número de predadores.
Las epidemias también pueden reducir el tamaño de las poblaciones. Los individuos más vulnerables pueden ser infectados por patógenos, comprometiendo su supervivencia. Los patógenos infectan a los individuos más rápidamente en poblaciones más densas, ya que hay en esa condición una mayor probabilidad de contagio de un nuevo huésped.
En la ausencia de factores limitantes al crecimiento poblacional, las poblaciones tenderían a crecer continuamente, trayendo como consecuencias el agotamiento de los recursos y la extinción de los sistemas de soporte a la vida. La importancia de estos factores se debe a que actúan permitiendo el equilibrio del tamaño poblacional, garantizando la disponibilidad de los recursos naturales necesarios para la supervivencia de los individuos. Reside ahí la esencia del crecimiento limitado de las poblaciones, en patrones del tipo logístico, y muchas veces con oscilaciones cíclicas.